IX. SERVICIOS QUE PODRÍA PRESTAR UN LOBBY PROFESIONAL A LOS GRUPOS DE
INTERESES URUGUAYOS
1) Su conocimiento de
legisladores nacionales, ediles departamentales, autoridades, políticos,
asesores y colaboradores de diferentes facciones políticas, o canales abiertos
para llegar a ellos;
2) Su conocimiento y experiencia
de la dinámica institucional uruguaya, sea en el ámbito nacional o
departamental;
3) Apertura y mantenimiento de
comunicación constante y fluida entre los grupos intermedios y autoridades del
sistema político, donde el lobby actuaría como un valioso nexo vinculante;
4) Asesoramiento sobre cómo
actuar ante las autoridades, qué mecanismos utilizar y en qué momentos;
5) Asesoramiento y consulta en
materia técnica y de datos;
6) Formulación e informes sobre
Anteproyectos o Proyectos de normas que contemplen los intereses de los grupos
que represente, como también canales para obtener su apadrinamiento por
personalidades de los poderes políticos, como también el estudio de Proyectos
ya presentados a nivel del Parlamento, Poder Ejecutivo, Intendencias, Juntas Departamentales
u otros organismos que afecten a los intereses del grupo;
7) Tarea de reivindicación y
presión profesional y especializada, ahorrando al grupo tal pesada carga y
dejándole tiempo para los cometidos más importantes que posee en principio la
asociación, lo que garantiza mayor efectividad de articular a nivel de
autoridades, los intereses del grupo. El lobby puede funcionar dentro del grupo
intermedio (empleados subordinados), como ser ajeno al mismo.
Fruto del desarrollo y
modernización de la gestión que está viviendo el Uruguay, como también del
cambio de sus mecanismos políticos (ya no sólo limitados a los Partidos
Políticos), hoy asistimos a una etapa donde posee gran vitalidad la política de
intereses de grupos, que revitaliza los intereses democráticos y contribuye
hacia la consecución del verdadero interés general. Tomando en cuenta el gran
aumento de la influencia de los grupos de interés en el Uruguay moderno, la existencia
de lobbies sería un apéndice necesario de este fenómeno, dadas las múltiples
ventajas que ofrecería a los grupos de presión uruguayos, y de las cuales
enumeramos las principales, no olvidando también la valiosa ayuda que podrían
los lobbies ofrecerles para movilizar la opinión pública a favor de sus
intereses. Al no estar reglamentada ni prohibida, la actividad de los lobbies
es una profesión lícita ampara por la Constitución y las Leyes, conforme se ha
visto.
X. RESUMEN DE LAS CONCLUSIONES
- Fruto de nuevas concepciones
democrático liberales, los grupos de interés organizados han tomado un gran
protagonismo en el mecanismo político de los Estados Unidos de América, y
permiten el dinamismo de la Democracia norteamericana.
- El lobby es una organización
profesional que utilizan los grupos de interés o intermedios para plantear y
defender sus intereses y reivindicaciones, en el seno de las autoridades
públicas.
- El lobbying, basado en un
principio en el derecho de petición que consagra la I Enmienda de la
Constitución de los EE.UU., es hoy una actividad regulada por la Ley y de
acuerdo a la Constitución de dicho país.
- El lobista es una persona o
equipo dotado de gran conocimiento del sistema político, de los organismos del
Estado y de las personas que forman su voluntad, de gran experiencia de vida y
capacidad de maniobra en la interacción con las autoridades.
- El lobby actúa mediante la
presión directa sobre las personalidades que forman la voluntad de los órganos
del sistema político, e indirectamente buscando crear un estado de opinión
pública favorable a los intereses del grupo para el cual trabaja.
- En los Estados Unidos se
considera al lobby como un mecanismo fundamental y necesario en su sistema
democrático, que ha ayudado a que la voz de los grupos de presión sea
efectivamente escuchada, y que sus planteos se concreten en decisiones instrumentadas
por el Gobierno.
- Uruguay asiste a la evidencia
de la acción e influencia mayores de los grupos de interés, quienes intentan
cada vez más sostenidamente hacer llegar sus inquietudes a las autoridades
públicas.
- En el Uruguay moderno que mira
hacia el año 2000 ([1]),
los lobbies tienen condiciones ventajosas para constituirse en una pieza clave
para la revitalización de su Democracia y ser capacitados defensores profesionales de los grupos intermedios o de interés, que tantos problemas
presentan hoy día para lograr articular sus comunicaciones con el sistema político
de nuestro país y sus Poderes públicos. El terreno se encuentra preparado para
que puedan constituirse y funcionar con éxito, ya que el lobbying es una
profesión lícita y protegida por el Derecho oriental, por supuesto dentro de
los límites y deberes que impone nuestro orden jurídico.
5.4.1988
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